Como muchas otras veces, esta vez hablamos por teléfono.
Qué remedio, vivimos muy lejos y apenas no vemos dos o tres veces al año.
Y ella me cuenta que tiene pocos recuerdos de su abuelo Manuel. “Murió en Torrellano, durante la Guerra y creo que era muy mayor, como de noventa años”.
No mamá, mi bisabuelo murió en 1937 luego tenía 71 años. Le digo desde mi posición de cronista familiar, con todos los datos delante.
"Pues estaba muy envejecido. Vivían en Elche, pero en aquellos días había mucho peligro en la ciudad para la gente de clase alta. Manuel Martínez era médico. Tenían miedo y estaba ya enfermo del riñón cuando se fueron a vivir a su casa de Torrellano".
Es normal que apenas lo recuerde. Mi mamá tenía 5 años cuando él murió. Aun así recuerda que era un hombre más bien serio.
Sin embargo se acuerda muy bien de su otro abuelo, Eugenio. Que era muy alegre y bondadoso. La llevaba al cine, en Valencia.
Por otro lado, de su abuela Mariana no puede decir lo mismo. Era muy recta y recuerda como le hacía comerse los pimientos, que no le gustaban.
De la que más me ha hablado mi madre es de su abuela María.
"Muy culta. Muy habilidosa con la pintura y las manualidades. Muy atenta con sus nietos. Siempre tenía un libro, que se estaba leyendo, en la mesita de noche".
Mi mamá la cuidó cuando se rompió la cadera y no se podía mover de la cama. Tenía la pierna colgada de unos saquitos de arena, hasta que le soldara el hueso.
Mi mamá, cuando hablaba de cómo murió su abuelo Manuel, no ha podido dejar de recordar que su propia madre Marita, padeció también de Nefritis. Y cuando falleció, fue a causa de una inyección que le pusieron como tratamiento de una Endocarditis a la vez que tenía eccemas en los pies…
Sigo diciendo lo que siempre digo. Esta es la forma de recuperar y reconstruir nuestra Historia Familiar con Mayúsculas. A base de las pequeñas historias particulares que recogemos de nuestros mayores.
Así se hace genealogía.