Mis abuelos Marita y Eugenio con mis bisabuelos María y Manuel y la familia Martínez Quesada

Eugenealogía

La palabra eugenealogía es un anagrama de mi nombre y mi afición favorita. Además por la raíz eu- (del griego bien) podría ser algo como la buena genealogía. Yo creo que existe una eugenealogía que trata de conocer a los que nos precedieron, saber de donde venimos, y no se queda en la acción de recoger datos como nombres, apellidos y fechas.

La genealogía puede ser descrita de muchas formas. Para mi es la forma de desarrollar mi apetito de buscador.

Hoy empiezo a escribir en este blog con la ilusión de que se convierta en un lugar de encuentro para otros buscadores como yo, interesados en nombres y apellidos, fechas y libros viejos.

Granada Noviembre 2011

7 de julio de 2024

Los veranos de mi niñez

 
Mis recuerdos de jugar en la playa fueron muy importantes para mí.

Por lo que sé, mis padres querían llevarnos a menudo al mar y lo hacían cuando éramos pequeños. 

Supongo que entre 1960 y 1970 fuimos muchas veces. 






Pero conforme íbamos creciendo y aumentando en número, cada vez era más complicado.

Y sin embargo recuerdo cada día de playa como si hubiera pasado temporadas enteras en el mar. Hay que ver cómo cambian los recuerdos con el tiempo.


Mis padres también tuvieron sus días de playa con sus hermanos, cuando eran niños. Y nos han dejado algunas fotos para el recuerdo. Sobre todo, en la familia de mi madre.



Por eso cuando mis hijos eran pequeños, intentamos darles en verano el mayor tiempo posible junto al mar, en la medida de nuestras posibilidades.




Nunca tuvimos una situación económica desahogada. Ni pudimos comprar un apartamento en la playa para veranear.

Les dimos lo que pudimos, y creo que tuvieron buenas experiencias.

Ahora reviso los recuerdos de mi propia infancia y me doy cuenta de que mis hijos han pasado más veranos junto al mar que mis hermanos y yo.

 Cómo cambia la percepción de los recuerdos con la perspectiva de la edad.

Y como aprendo cada vez cosas nuevas.



Es importante llevar a tus hijos junto al mar alguna vez.

No importa que no sea en condiciones perfectas. Para ellos va a ser una experiencia que va a quedar por siempre en su memoria y además el cerebro se encargará de multiplicar ese tiempo y mejorar esas condiciones.

22 de febrero de 2023

Genealogía y viajes en el tiempo

La genealogía supone un viaje en el tiempo.

Al aprender la historia de mis padres me trasporto a su época y parece que los veo en su casa, en su trabajo, en la calle con sus amigos...



Con mis abuelos pasa lo mismo. Y es aún más evidente el viaje en el tiempo. Porque me imagino su alrededor, tan diferente de la actualidad. No había coches, mi apenas comodidades. Cada vez que averiguo datos sobre mis antepasados estoy asomándome al pasado. 

Por eso es tan apasionante la genealogía. Y por eso también me atraen las películas con temática del viaje temporal.

 Esa ciencia ficción no lo es tanto, en realidad.

Hoy en día estamos acostumbrados a la inmediatez. Los mensajes de texto o voz llegan al destinatario en el mismo instante de crearlos. Incluso las comunicaciones entre ciudades lejanas se han acortado en tiempo, gracias a los viajes por autovía o en tren cada vez más rápidos y la bajada de los precios de los viajes en avión, que los han hecho accesibles a cada vez más gente. Pero no hace tanto tiempo que esto no era así. No había móviles y los viajes eran mucho más costosos en dinero y tiempo. Aparte del teléfono fijo las cartas eran la forma habitual de comunicación, y estás suponían también un viaje en el tiempo. Conectaban al que las escribía en un pasado con la persona que las leía en un futuro más o menos lejano y en otro lugar. 



Las mismas cartas, leídas mucho tiempo después suponían un apasionante relato de tiempos pasados. Y, en muchas ocasiones se ha recurrido al género epistolar para escribir historias familiares o biografías personales.

Siempre me ha llamado la atención el Tiempo, y nuestra percepción del mismo.

Todos hemos podido comprobar cómo el tiempo de espera puede transcurrir a una velocidad distinta según quién lo percibe. Pasaba muy lento, a la edad de diez años y algunos meses, hasta la llegada de mi siguiente cumpleaños. Se hacía eterno.

Sin embargo el final del verano llegaba demasiado deprisa. Y en un suspiro se terminaban las vacaciones y tenía que empezar las clases.


A las puertas de un quirófano en el hospital, el tiempo parece que se hace espeso. Dos horas de retraso sin información pueden suponer una eternidad. Pero dos horas viendo una película divertida pasan en un suspiro.

Por todo esto, cada vez estoy más convencido de que el tiempo, tal y como lo entendemos, no existe. Es un concepto abstracto inventado por los hombres. Pero no entendemos, realmente como funciona.

En muchas ocasiones, la literatura y el cine se han ocupado del tiempo en la llamada Ciencia Ficción.

Artefactos para viajar en el tiempo como en la novela de HG Wells, La maquina del tiempo" de 1895, o las siguientes versiones en películas (1960) (2002), "El planeta de los simios (1968) y sus diversas secuelas, 

paradojas temporales, como "El final de la cuenta atrás" (1980), "Los héroes del tiempo" (1981), "Terminator" (1984), "Regreso al futuro" (1985), "Atrapado en el tiempo" (1994), "Time cop" (1994), "Startgate" (1994), "Frequency" (2000), "Minority report" (2002), "Deja vù" (2006), "Código fuente" (2011), "Looper" (2012), "Interestelar" (2014),

"Al filo del mañana" (2014), "X-men; Días del futuro pasado" (2014), "Vengadores; End game" (2019), The Umbrella Academy"(2019)

 "Tenet"(2020), "Dirk Gently" (2022) y otras muchas.





He podido leer y ver la mayoría de estas novelas y películas, lo que me dice dos cosas que creo ciertas. 

Que es un tema que intriga a muchos autores...

Y que soy un friki de la ciencia ficción.

21 de septiembre de 2021

Antepasados en Malta; crónica de un viaje



Esta es la crónica de mi búsqueda genealógica en la Isla de Malta.


Por parte de mi familia materna tengo un ascendiente, Vicente Magro Busuttil, que emigró desde Malta y se casó en Crevillente en el año 1799.


No sabemos, con seguridad las razones que pudo tener Vicente para emigrar. Sin embargo diversos estudios apuntan a la mala situación económica en Malta y mejores oportunidades laborales en España, desde mediados del siglo XVIII como la causa más plausible para esta emigración. Desde esta época están documentados gran cantidad de malteses asentados en diferentes pueblos del levante español.

Vicente Magro Busuttil se estableció en Crevillente desde 1786. Junto con su hermano Francisco, que terminó en Novelda en 1804. Eran comerciantes de telas, como la mayor parte de los malteses en España.


También sabemos que Salvatore Magro Busuttil, se estableció en Xátiva, donde se casó. Vicente también se casó, como he comentado, en Crevillente y tuvo 8 hijos, siete de ellos con descendencia.

En la ciudad de Crevillente, en la actualidad hay una gran cantidad de familias que descienden de este maltés.

En su cementerio aún existe un panteón de una de estas familias Magro. En Elche hay un antiguo molino cerca del pantano al que se llamó "El molí dels Magros", porque fue propiedad de Manuel Magro Lledó, que fue nieto de Vicente Magro Busuttil.

Ha habido varios personajes famosos con este apellido, como el Dr. Más Magro, el gran epidemiólogo de finales del siglo XIX. Otros menos conocidos como el Dr. Manuel Martínez Magro, mi bisabuelo materno materno. Fue un médico de Elche de principios del siglo XX, "el metge dels gitans" llamado así porque trabajaba también para la beneficencia en el asilo de San José de Elche.


La primera información que tengo de mis ascendientes malteses me la dio otro genealogista. Vicente Rabadán y Magro, quién había estudiado a los Magro de Crevillente a través de los registros parroquiales de la Iglesia Nuestra Señora de Belén. Los datos más antiguos que tenía, procedían de la isla de Malta hasta mitad del siglo XVI. Estos datos, de la línea del varón (apellido Magro) se los proporcionó un familiar suyo llamado José Manuel Magro Gallardo, que recogió la información personalmente en Malta.

En la actualidad he podido contrastar mis datos y ampliar esta parte de mi genealogía gracias a que muchos registros parroquiales y civiles de Malta fueron indexados por unos voluntarios llamados el Grupo Adami y están disponibles en la página  geneanum.com

Además existen una gran cantidad de imágenes digitales de estos registros en el archivo virtual de la Hill Museum & Manuscript Library (HMML).

 maltaparischarchives.org

En su página web localice las partidas de bautismo, defunción y matrimonio de muchos de mis antepasados de la Isla de Malta.

Gracias a ellos tengo conocimiento y documentos del árbol de costados de Vicente Magro Busuttil, y no solo de la línea de su padre.

Por otro lado siempre he pensado en viajar a Malta y ver con mis propios ojos esa tierra en la que habitó esa parte de mis antepasados. Conocer sus pueblos y sus costumbres, y quizás aumentar mi investigación con la consulta de los registros parroquiales en origen.

En este mes de septiembre, aún en plena pandemia he hecho por fin realidad este sueño, tantas veces demorado. He pasado en Malta una semana.

He conocido y paseado por pueblos como Zejtun, Zurrieq, Zebbug, Gaxaq, Qrendi, Mdina, Rabat, o la misma capital La Valeta. He estado en las tres ciudades de Senglea, Conspicua y Vittoriosa; Lisla, Bomla, y Birgu respectivamente, como aún las siguen nombrando los malteses.

Por mala suerte o falta de información no me ha sido posible investigar en archivos parroquiales. 

He visto sus costas rocosas y sus acantilados. Pueblos pesqueros como Marxaslok o Marxaskara.




 

Ruinas grandiosas de la edad del bronce en Tarxien, 
y otras incluso más antiguas y misteriosas en el Hypogeo de Hal Saflieni.








También visite la isla de Gozo, sus playas y su capital Rabat, con su impresionante Cittadella.

 



En las calles de La Valeta y en los pueblos, he podido comprobar que allí siguen existiendo los apellidos que llevaron mis antepasados, como Xuereb, Gerada, Baldacchino, Dalli, Cassar o Busuttil. Los veo en los nombres de las tiendas, en un farmacia, o en listas de benefactores de una iglesia.
















La experiencia ha sido muy enriquecedora.

A los que tenemos antepasados en Malta, os recomiendo este viaje iniciático, este safari genealógico para unir nuestro presente, de alguna manera a la realidad de nuestros antepasados.


 



15 de mayo de 2021

Mi legado genealógico

 

Llevo 20 años investigando.

Soy genealogista aficionado y máster en derecho nobiliario y premial, genealogía y heráldica por la facultad de derecho de la UNED en 2005. He participado en foros de genealogía en Yahoo, y posteriormente en Facebook, donde he aprendido mucho.

He escrito tres libros de genealogía:

Árbol genealógico de la familia COLL DEL REY (autoedición. Eugenio Coll Granada 2000)

El origen del apellido Coll en Beniel (Ecotonner impresores, Orihuela 2014)

Bisabuelos de mis bisabuelos (Ed. Nazarí, Granada 2018)

De los cuales están publicados los dos últimos.

Soy considerado el genealogista de la familia. Aunque no he sido el unico. Martín Mancebo Segarra, tío de mi madre ya hizo una gran investigación sobre sus antepasados Mancebo y del Rey.

Edito este blog llamado Eugenealogía, donde hago públicas mis averiguaciones y conocimientos genealógicos.

Mientras tanto he vivido y he intentado dejar huella. Según lo que he aprendido de mis padres, pero también de mis antepasados. He intentado ser una buena persona, disfrutar de la vida y no hacer mal a nadie conscientemente, como norma principal.






















Hay muchos genealogistas aficionados a los que puedo ayudar. También hay bastantes que saben mucho más que yo y de los que sigo aprendiendo. Tras publicar mis estudios genealógicos, me siento más tranquilo en cuanto a la tarea de comunicar lo aprendido y de preservar todo lo que he averiguado. Ahora sigo haciendo genealogía, pero con otro ritmo. Es para mi propio deleite, y para ayudar a quien pueda.




Mis tres hijos han crecido viendo mi afición. Y son conscientes de la importancia y transcendencia que tiene también  para ellos, el conocimiento de la historia familiar. Sin embargo, no creo que continúen con mi búsqueda, cuando yo no esté. Quizás alguno de sus descendientes o los hijos o nietos de mis hermanos o primos... Tengo tantos de unos y de otros, que la continuidad está prácticamente asegurada. Así que yo continuo, con mi afición, pero con el único objetivo de disfrutar de ella.

He preservado mi investigación en mis libros publicados y en formato digital, en dos programas genealógicos; Personal Ancestral File (PAF 4.0) y Genealogical Documentation System (GDS).


Tengo almacenados en formato PDF y en el disco duro de mi PC todos los documentos que he obtenido de mis antepasado, ordenados, por su número de Sosa Stradonitz.

 

















De toda esta información he guardado una copia en un disco duro externo de 10 TB. Por último, conservo en formato papel, un archivador con cajones donde guardo fotocopias y originales de todos los documentos que he encontrado sobre mi familia.

Este texto sobre mi investigación genealógica, y mi archivo, lo escribo en el mes de mayo de 2021.  Tengo 57 años de edad y buena salud.

Y todo este material constituye mi legado genealógico.

10 de noviembre de 2020

Mamá cuéntame...

Mamá cuéntame cómo era tu abuelo Manuel. Así ha comenzado más de una conversación, de las muchas que he tenido con mi madre sobre sus recuerdos. A menudo es difícil seguirle el hilo. Y yo creo que a veces me cuenta las cosas de diferente manera, pero es y ha sido mi mayor fuente de información sobre mi historia familiar. 

Como muchas otras veces, esta vez hablamos por teléfono. Qué remedio, vivimos muy lejos y apenas no vemos dos o tres veces al año.
Y ella me cuenta que tiene pocos recuerdos de su abuelo Manuel. “Murió en Torrellano, durante la Guerra y creo que era muy mayor, como de noventa años”. 
No mamá, mi bisabuelo murió en 1937 luego tenía 71 años. Le digo desde mi posición de cronista familiar, con todos los datos delante.

 "Pues estaba muy envejecido. Vivían en Elche, pero en aquellos días había mucho peligro en la ciudad para la gente de clase alta. Manuel Martínez era médico. Tenían miedo y estaba ya enfermo del riñón cuando se fueron a vivir a su casa de Torrellano". 

Es normal que apenas lo recuerde. Mi mamá tenía 5 años cuando él murió. Aun así recuerda que era un hombre más bien serio. Sin embargo se acuerda muy bien de su otro abuelo, Eugenio. Que era muy alegre y bondadoso. La llevaba al cine, en Valencia. Por otro lado, de su abuela Mariana no puede decir lo mismo. Era muy recta y recuerda como le hacía comerse los pimientos, que no le gustaban. De la que más me ha hablado mi madre es de su abuela María. "Muy culta. Muy habilidosa con la pintura y las manualidades. Muy atenta con sus nietos. Siempre tenía un libro, que se estaba leyendo, en la mesita de noche". Mi mamá la cuidó cuando se rompió la cadera y no se podía mover de la cama. Tenía la pierna colgada de unos saquitos de arena, hasta que le soldara el hueso. Mi mamá, cuando hablaba de cómo murió su abuelo Manuel, no ha podido dejar de recordar que su propia madre Marita, padeció también de Nefritis. Y cuando falleció, fue a causa de una inyección que le pusieron como tratamiento de una Endocarditis a la vez que tenía eccemas en los pies… Sigo diciendo lo que siempre digo. Esta es la forma de recuperar y reconstruir nuestra Historia Familiar con Mayúsculas. A base de las pequeñas historias particulares que recogemos de nuestros mayores. Así se hace genealogía.

22 de septiembre de 2020

Apellidos FONLLANA y GIL en Albatera siglo XVII

     Siguiendo el rastro de mi tatarabuela María del Carmen Sánchez Follana por las raíces de mi árbol genealógico he llegado hasta los orígenes de sus antepasados en el pueblo de Albatera.

María del Carmen Sánchez Follana
(Elche 1849-1894)


























El apellido Follana de su madre, que procedía de Almoradí, me llevó hasta uno de sus antepasados, cuyo apellido era Fonllana.

Entre los Fonllana de Albatera, localicé a los hijos de Pedro Fonllana y de Isabel Salazar León. Sus nombres y fechas de nacimiento fueron; Francisco (n. 1628), Diego (n. 1631), Ana (n. 1634) y Pedro Fonllana Salazar que debió nacer antes de 1628, aunque no tengo su partida de bautismo.

Diego Fonllana Salazar nació en Albatera el 10 de enero de 1631. Se casó con Isabel Gil Garcerán nacida también en Albatera el 9 de agosto de 1634. La boda debió ser en el año 1655 o anterior puesto que en octubre de ese año nace su primera hija Juana Francisca Fonllana Gil.

No es raro ni poco habitual que los apellidos se modifiquen a lo largo de su historia. Es fácil suponer que del apellido FONLLANA, registrado en Orihuela a finales del siglo XVI se transformara este en FOLLANA, en las partidas de bautismo de algunos de los descendientes de este apellido desapareciendo la N intermedia. Es posible también que el apellido Fonllana, en Orihuela sea una modificación del apellido FUENLLANA. Este apellido, hoy casi desaparecido, está relacionado con la nobleza de la ciudad de Baeza y tiene la procedencia como toponímico del pueblo de Fuenllana en Ciudad Real.

El apellido GIL, también lo he visto escrito GUIL. Aunque en este caso, ha llegado hasta la actualidad sin modificar. Mi antepasado más antiguo conocido fue Blas Gil, casado con Francisca Garcerán.  De ellos desciende la mencionada Isabel Gil Garceran. Pero es posible que Blas tuviera varios hermanos o primos hermanos.  En Albatera en el libro primero de bautismos también encontré a los hijos de Pedro Gil, Gerónima Gil, Antonio Gil, Juana Gil  y Bartholomé Gil. Escritos como Pere, Hierónima, Antoni y Joana respectivamente.

Además de no haber más libros parroquiales que los de bautismos en Albatera, en el libro primero de Bautismos hay un gran salto entre 1608 y 1628. Con la separación a un “pergamino viejo” de los registros de esos años como viene reflejado en una nota del libro.

En los años 1608 y anteriores hasta el principio del libro en 1596 no hay ninguno de los apellidos de mis antepasados Gil ni Fonllana en Albatera. En 1609 tuvo lugar la expulsión de los moriscos en la mayor parte de las tierras valencianas. Sobre el tema de la expulsión se han escrito numerosos textos. [1] [2] [3] [4]. Este hecho puede explicar la falta de esos registros  desde unos meses antes.
En los libros de bautismo de Crevillente encontré una nota aclaratoria respecto a la expulsión.

literalmente dice así: "Este año 1609 salieron los moriscos de este Reyno de Valencia a África con prematica de su majestad. Salieron los de Crevillente en 4 días de octubre Domingo, y fiesta de Nuestra Señora del Rosario y en 10 de deziembre salieron los que quedavan cinquenta personas."

Se podría suponer pues, que los apellidos aquí tratados, Gil y Fonllana pertenecían a los repobladores de estas tierras tras la expulsión. Sin embargo no tenemos que irnos muy lejos para encontrar a otros portadores de los apellidos Fonllana y Gil muy anterior a los de Albatera. En efecto en los libros parroquiales de Orihuela en su parroquia de El Salvador he localizado a otros con estos mismos apellidos desde 1575.

Expongo aquí los hallazgos obtenidos por el momento en esta investigación sobre los apellidos Fonllana y Gil en Albatera y su relación con el hecho histórico de la expulsión general de los moriscos de España. Los libros parroquiales los he consultado mediante numerosas visitas al Archivo Diocesano de Orihuela entre 2019 y 2020. 
La investigación continúa, y ante la inexistencia o la pérdida de libros parroquiales, cabe consultar otras fuentes documentales como protocolos notariales, censos de población o libros de apeos o repartición de tierras.
Son bienvenidos los comentarios y sugerencias sobre este tema.
 


7 de julio de 2020

Indexar


El estudio de la propia historia familiar es una afición que tengo desde hace más de 20 años. Los resultados de mi investigación hasta la fecha, son, para mí, más que satisfactorios, ya que he podido reflejar gran parte de mis estudios genealógicos en tres libros. Dos de ellos publicados. Además, de cuando en cuando, me permito volcar algunos de estos conocimientos adquiridos y reflexiones sobre el tema en este blog, mi espacio personal, que redacto desde el año 2011.

Pero no todos son resultados, menciones o agradecimientos. También hay muchas horas pasadas delante del ordenador haciendo búsquedas, redactando textos sobre este o aquel tema. Archivando documentos, o textos sobre cómo busqué y encontré dichos papeles. Hay muchas tareas, que pueden resultar tediosas, en algunas ocasiones. Pero que son necesarias para desarrollar esta bella afición al estudio de la historia familiar.
Los genealogistas nos comunicamos, a menudo a través de grupos formados sobre esta materia en redes sociales. Personalmente frecuento mucho los grupos genealógicos de Facebook.

Entre estos quiero destacar aquí el grupo Indexación Murcia Genealogía, creado en 2017.
El creador del grupo Rafa Ibañez, comenta que el grupo se creó para ayudarnos los unos a los otros sin ningún interés económico por medio. Y así ha sido durante estos tres últimos años gracias a la colaboración de los miembros, que ya somos 977 y al gran trabajo de los actuales administradores Caty Haldon, Minerve Pérez y el mencionado Rafa Ibañez.



El principal cometido del grupo es indexar. Esto es crear índices digitales de diversos libros antiguos, sobre todo de registros parroquiales. Estas indexaciones en tablas Excell servirán a la comunidad de genealogistas para facilitar sus búsquedas de datos sobre sus antepasados. El resultado se ofrece a todo el mundo a través del propio blog y de otros similares, así como a otras páginas web, como la de la Asociación Raíces Reino de Valencia, para que sea ofertada de forma libre y gratuita a quien lo necesite.
La indexación puede ser una tarea tediosa y complicada, puesto que nos enfrentamos a libros manuscritos, muy antiguos, en ocasiones con muy mala letra. También las condiciones de la tinta dificultan su lectura. A veces corrida o borrada hasta hacerla casi imperceptible. Muchos de estos libros han estado almacenados en malas condiciones y por ello han sido deteriorados por la humedad, por insectos o roedores o por actos vandálicos gratuitos, y vemos por ello páginas rotas o enmendadas.
Partida de matrimonio de Santa María de Murcia año 1624
Pero la tarea de indexación es algo muy útil para la comunidad genealógica. Es la forma de divulgar la información contenida en estos registros, a la vez que se protegen los mismos del uso que hace de ellos el creciente número de investigadores.
Por este motivo, quiero mencionar en mi blog personal la gran importancia que tiene para mí, colaborar en esta forma de voluntariado que es la indexación.
Todos nos beneficiamos de ello y todos los que pueden leer libros antiguos para buscar a sus antepasados, están capacitados para esta tarea tan necesaria.
Quien quiera participar y ser indexador de registros de Murcia, debe dirigirse a los administradores del mencionado blog.
Ellos le dirán cómo empezar y entre todos ayudamos con las dudas que van surgiendo.
Esta tarea de indexar documentos, es una buena forma de aportar tu esfuerzo para compensar la ayuda recibida por los aficionados en los distintos foros genealógicos.

Espero que se animen más investigadores a indexar, y ojalá cunda el ejemplo de este grupo en otras comunidades de genealogistas por todo el mundo.

Gracias Minerve, Caty y Rafa